PULP FICTION (1994)
THE BOONDOCK SAINTS (1999)
AMORES PERROS (2000)
POESÍA
La vie en rose
Edith Piaf
Des yeux qui font baisser les miens,
Un rire qui se perd sur sa bouche,
Voilà le portrait sans retouche
De l'homme auquel j'appartiens...
Quand il me prend dans ses bras,
Qu'il me parle tout bas,
Je vois la vie en rose;
Il me dit des mots d'amour,
Des mots de tous les jours,
Et ça m' fait quelque chose.
Il est entré dans mon coeur,
Une part de bonheur
Dont je connais la cause,
C'est lui pour moi,
moi pour lui dans la vie;
Il me l'a dit, l'a juré pour la vie;
Et dès que je l'aperçois,
Alors je sens en moi
Mon coeur qui bat.
Des nuits d'amour à plus finir,
Un grand bonheur qui prend sa place,
Les ennuis, les chagrins trépassent...
Heureux, heureux à en mourir!
Quand il me prend dans ses bras,
Qu'il me parle tout bas,
Je vois la vie en rose;
Il me dit des mots d'amour,
Des mots de tous les jours,
Et ça m' fait quelque chose.
Il est entré dans mon coeur,
Une part de bonheur
Dont je connais la cause,
C'est toi pour moi,moi pour toi dans la vie;
Tu me l'as dit, l'as juré pour la vie;
Et dès que je t'aperçois,
Alors je sens en moi
Mon coeur qui bat.
A Dream Within A Dream
Edgar Allan Poe
Take this kiss upon the brow!
And, in parting from you now,
Thus much let me avow-
You are not wrong, who deem
That my days have been a dream;
Yet if hope has flown away
In a night, or in a day,
In a vision, or in none,
Is it therefore the less gone?
All that we see or seem
Is but a dream within a dream.
I stand amid the roar
Of a surf-tormented shore,
And I hold within my hand
Grains of the golden sand-
How few! yet how they creep
Through my fingers to the deep,
While I weep- while I weep!
O God! can I not grasp
Them with a tighter clasp?
O God! can I not save
One from the pitiless wave?
Is all that we see or seem
But a dream within a dream?
Nocturno
Octavio Paz
Sombra, trémula sombra de las voces.
Arrastra el río negro mármoles ahogados.
¿Cómo decir del aire asesinado,
de los vocablos huérfanos,
cómo decir del sueño?
Sombra, trémula sombra de las voces.
Negra escala de lirios llameantes.
¿Cómo decir los nombres, las estrellas,
los albos pájaros de los pianos nocturnos
y el obelisco del silencio?
Sombra, trémula sombra de las voces.
Estatuas derribadas en la luna.
¿Cómo decir, camelia,
la menos flor entre las flores,
cómo decir tus blancas geometrías?
¿Cómo decir, oh Sueño, tu silencio en voces?
DAVID LACHAPELLE
ANSEL ADAMS
PHILIPPE HALSMAN
LAS POZAS, XILITLA BY EDWARD JAMES
THE BEATLES
BELA BARTOK
JANIS JOPLIN - PIECE OF MY HEART (1968)
FRANZ KAFKA
"Buitres"
Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía la obra. Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre. -Estoy indefenso -le dije- vino y empezó a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos. -No se deje atormentar -dijo el señor-, un tiro y el buitre se acabó. -¿Le parece? -pregunté- ¿quiere encargarse del asunto? -Encantado -dijo el señor- ; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿Puede usted esperar media hora más? - No sé -le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí -: por favor, pruebe de todos modos. -Bueno- dijo el señor- , voy a apurarme. El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retrocedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.
JULIO CORTÁZAR
"Continuidad de los Parques"
Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
"El Drama del Desencantado"
...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.
FIN
GALERÍA DE ARTE
BALLET
El ballet o danza clásica es el nombre específico dado a una forma concreta de danza y su técnica. Según las épocas, los países o las corrientes el espectáculo coreográfico puede incluir: danza, mímica, y música (de orquesta y coral), decorados y maquinaria. También se utiliza el término ballet para designar la pieza musical compuesta, a propósito, para que sea interpretada por medio de la danza. El Ballet está considerado como una de las Artes Escénicas. La técnica de esta danza tiene una dificultad importante, ya que requiere una concentración para dominar todo el cuerpo, añadiendo además un entrenamiento en flexibilidad, coordinación y ritmo musical. Lo habitual, aunque no obligatorio, es que se aprenda con una edad temprana, para interiorizar y automatizar movimientos y pasos técnicos. Es ideal una formación paralela en solfeo, aunque tampoco imprescindible
Piezas famosas de ballet
El Cascanueces
El Cascanueces es un ballet en dos actos basado en el cuento de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann El cascanueces y el rey de los ratones. Con un libreto realizado por Marius Petipa, la música compuesta en 1890 por Chaikovski (1840-1893) y la coreografía creada por Lev Ivanov, este ballet se estrenó el 5 de diciembre de 1893 en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo. Sus personajes principales son: Clara, Drosselmeyer (padrino de Clara) y El Cascanueces. Tchaikovski compondría posteriormente una Suite orquestal inspirada en su propio ballet, tomando sobre todo movimientos del segundo acto.
El Lago de los Cisnes
La magia que desprende el trágico y romántico argumento se ve sólidamente respaldada por una música que lo acompaña perfectamente en todo su desarrollo e inspira la riqueza coreográfica que posee la composición. El personaje irreal y mágico de Odette, una criatura patética y doliente condenada a vivir en el lago y a perder un amor que nunca estuvo realmente a su alcance, ejerce una profunda fascinación. Hay que señalar que aunque se ha impuesto el final feliz en este ballet, el tono de la música del cuarto acto es trágico, elegíaco.
TADAO ANDO
Obras representativas
- Viviendas Rokko (Hyogo, Japón)
- Capilla en el Monte Rokko (Kobe, Japón)
- Jardín de las Bellas Artes (Kioto, Japón)
- Iglesia de la Luz (Ibaraki, Japón)